De pintxos por Donosti

Guía para ir de pintxos por San Sebastián como un auténtico donostiarra

San Sebastián es una ciudad cara. No es algo que descubriéramos el pasado verano cuando comenzó la polémica sobre lo precios y los tickets -una de las cuentas que iniciaron el escándalo fue precisamente de un bar de la parte vieja de Donostia- sino que cualquiera que viva o haya pasado por allí lo sabe. Así que si alguien le promete una ruta de pintxos baratos por allí, mejor no creérselo demasiado.
Otra obviedad que conviene tener presente: la gente que vive en San Sebastián no se pasa la vida de pintxos ni se alimenta a base de ellos cada día. Ellos son los primeros en saber que es un vicio caro y que, en todo caso, lo mejor es aprovechar los días en que hay el llamado pintxo-pote, con una caña o vino y un pintxo a precio cerrado. Algo que, igual que en otras ciudades, es más habitual por barrios alejados del centro que en las zonas más turísticas como lo viejo, aunque, por ejemplo, en Gros se organiza cada jueves.
Aclarados esos puntos, el mejor consejo para ir de pintxos por Donosti y no acabar haciendo un poco el guiri es ir donde va la gente de allí. Algo también bastante elemental que, de todos modos, a veces se nos olvida. Por eso hemos tirado de contactos donostiarras y, tras cruzar consejos de amigos de allí con la lista que circulaba entre nada menos que el jurado de la reciente edición del Festival de San Sebastián, tenemos entre manos la que podría ser la ruta definitiva para triunfar de pintxos por la capital guipuzcoana. Ya que no van a ser baratos, al menos que sean los mejores.
“Aquí, un par de zuritos y 2 pintxos son 6 euros como mínimo”, nos advierten antes de empezar a enumerarnos los mejores bares y los pintxos favoritos de la cuadrilla. Es lo que tiene Donosti. Si eres de allí, echas de menos alguno, o crees que sobran otros, no dudes en compartirlo con nosotros en los comentarios para poder acabar de perfeccionar la lista definitiva de pintxos de San Sebastián con más de 30 bares -con su mapa y todo- cuyos pintxos merecen una visita. O varias.

Casco Viejo (lo viejo)

· Sport (Fermín Calbetón, 10). Famoso por su pintxo de foie, el crepe de txangurro y el chipirón a la plancha con vinagreta. Recomendables también las croquetas de hongos.
· La Mejillonera (Del Puerto, 15). De los pocos bares del Casco Viejo a los que se les podría colocar la etiqueta de baratos. Siempre a tope, aunque la especialidad de la casa son los mejillones, en realidad son más recomendables las patatas bravas (con una salsa amarilla de origen indefinido) y los calamares.
· La Cuchara de San Telmo (31 de agosto, 28). Nos vamos al otro extremo, con otro de los clásicos pero nada baratos. Su carta de pintxos -muchos hechos al momento- es de las más aplaudidas de la ciudad. Puestos a destacar algunos, el foie a la plancha, las carrilleras, el risotto, el tomate relleno… Pese a estar muy escondido, no es fácil encontrar mesa ni sitio para entrar, pero merece la pena.
· Goiz-argi (Fermín Calbetón, 4). Su brocheta de gambas es uno de los pintxos obligatorios que hay que probar cuando se visita Donosti. En Izazpi (31 de agosto, 25) también tienen unas brochetas muy ricas.
· Borda Berri (Fermín Calbetón, 12). Si no hay sitio en La Cuchara de San Telmo, este es otro bar que va en esa misma línea de pintxos de calidad y con un precio medio alto. Merece la pena el risotto de Idiazábal, la oreja de cerdo crujiente y su pincho de foie, todo un clásico.
· El Tamboril (Pescadería, 2). En una de las esquinas de la Plaza de la Constitución presumen de tener los mejores txampis de la ciudad y unos pimientos rellenos de carne o bacalao también imbatibles.
· Ganbara (San Jerónimo, 19). Setas y hojaldres son la especialidad de la casa. De hecho es difícil encontrar unos hongos a la plancha mejores. También merecen la pena la tartaleta de txangurro, las croquetas y las anchoas.
· Txepetxa (Pescadería, 5). Sólo tiene anchoas, pero eso ya es motivo suficiente para incluirlo en la lista y acercarse hasta allí. Anchoas, eso sí, preparadas de muchas maneras. La anchoa jardinera, la anchoa con crema de centollo, con aceitunas negras, y la anchoa con huevas de erizo son realmente exquisitas.
· Giroki (Embeltrán, 4). Si andamos con hambre, estamos en la mejor calle, porque aquí nos encontramos con tres clásicos de los bocatas grandes y ricos: el Juantxo (Embeltran, 6) con sus bocadillos de tortilla, el Danena (Embeltrán, 8) y este Giroki. Y si seguimos con hambre, unas croquetas en el Izkiña seguro que pueden solucionarlo.
· Martínez (31 de Agosto, 13). En este pequeño local, regentado por otra parte de la familia de los dueños de Ganbara, se pueden encontrar unas estupendas anchoas fritas y croquetas. La especialidad de la casa es el calabacín con txangurro.
· Nestor (Pescadería, 11). También bastante caro y pequeño, pero merece la pena el esfuerzo. El chuletón y la ensalada de tomate son los platos fuertes, aunque si el presupuesto no llega para darse un homenaje así, siempre se puede intentar conseguir uno de sus famosos pintxos de tortilla que -tomad nota- sólo sacan a la 1 del mediodía y a las 8 de la tarde.
· La Viña (31 de agosto, 3). Aunque sus pintxos también son recomendables, en realidad aquí hay que venir a comer el postre. Su tarta de queso casera es la mejor de la ciudad, tal y como corroboran todas las fuentes interrogadas. Eso sí, ellos lo saben y lo hacen pagar.
· Astelehena (Euskal Herria, 3). En plena zona cero de los tickets altos -avisados estáis- Astelehena ofrece algunos pintxos muy recomendables, como las carrilleras, la ropa vieja y un amplio surtido de tartaletas.

Gros

· Bodega Donostiarra (Peña y Goñi, 13). Su pintxo más famoso es el “completo”, un pequeño bocadillo con bonito, piparra y anchoa. También muy rica la tortilla de patatas en formato individual, la ensalada de tomate con bonito y las torrijas de postre.
· Bergara (General Artetxe, 8). Otro de los clásicos de San Sebastián a la hora de ir de pintxos. Destacan la txalupa, el txopito, el udaberri, así como la tortilla de anchoas.
· Casa Senra (San Francisco, 32 ). Una casa de comidas de aspecto y filosofía tradicional, en la que destacan los bocadillos. El pintxo de champiñones con foie y alioli, y el de txipirones son de los más ricos del lugar.
· Ezkurra (Miracruz, 17). La ensaladilla rusa es uno de esos pintxos habituales en casi todas las barras de Donosti. Sin embargo, nuestra preferida es la de este bar del barrio de Gros.
· Mendi (San Francisco, 13). Su pintxo de jamón braseado es bastante conocido. Merece la pena acercarse para probarlo.
· Casa Durán (Secundino Esnaola, 20). Otro de los lugares de peregrinación para los amantes de las tortillas. En este caso la especialidad son las tortillas rellenas, de las más conocidas de la ciudad.
· Ipotx (San Francisco, 42). Tomad nota: buenísima la bola de carne, las albóndigas y el pintxo de txistorra.

Zona centro

· La Espiga (San Marcial, 48). Además de la ensaladilla rusa y los morros de ternera, sus anchoas de Getaria con bien de aceite y mucho ajo son más que recomendables.
· San Marcial (Pasaje San Marcial, 50). Un poco escondido, la búsqueda merece la pena para no irse de Donosti sin probar su famosa gavilla, una especie de croqueta gigante de jamón y queso.
· Casa Vallés (Reyes Católicos, 10). La Gilda, el pintxo vasco más sencillo, tradicional y rico (anchoa, piparra y aceituna) dicen que se inventó aquí, en honor a Rita Hayworth. Razón más que suficiente para ir.


· Antonio (Bergara, 3). Otro buen lugar para marcar en el mapa de pintxos, con elaboraciones como los raviolis de rabo de buey y langostino en salsa de Martini, morcilla rebozada con foie, o un pintxo Igeldo, con anchoa, atún, tomate y guindilla.
· Mesón Martín (Elkano, 7). Son famosos sus traineras con jamón, chipirón y gamba sobre una rebanada de pan, y acompañadas de una vinagreta.

Otros barrios

· Kiki (Av. Tolosa, 81). Nos aseguran que en este bar casi escondido en la Avenida de Tolosa, en el barrio de El Antiguo, se pueden encontrar las mejores croquetas de la ciudad, con versiones de queso azul, jamón, bacalao o chipirones.
· Branka (Paseo Eduardo Chillida, 13). En Ondarreta, cerca del Peine de los Vientos, y con unas vistas increíbles, un zurito y un pintxo aquí, después de dar un buen paseo desde La Concha hasta la playa de Ondarreta, es un deporte que todo donostiarra ha practicado alguna vez.

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