Tapeando por Madrid

Tapear en Madrid centro es una de las actividades más apetecibles para los madrileños, y más aún para los visitantes y turistas que están de paso por la ciudad.

Prepárate a disfrutar, porque hoy te traemos un estimulante top five gastronómico con los mejores bares de tapas de Madrid centro. ¿Te apuntas?

Una visita turística a la capital nunca estará completa si no incluye una ruta de tapas por Madrid, ¡y lo sabes! Por eso queremos ayudarte a llenar ese vacío en tu agenda de actividades si te dispones a visitar la ciudad.

Madrid es la ciudad perfecta para ponerte en modo gourmet y disfrutar de productos gastronómicos de alta calidad. No gozamos solo de una excelente cocina autóctona, sino que además contamos con un sinfín de bares de tapas, restaurantes y bodegas con especialidades culinarias de cualquier otra parte del país (también, por supuesto, del extranjero).

La capital es, por lo tanto, una ciudad con una oferta gastronómica inagotable, y que constantemente se reinventa a sí misma. El escenario ideal si quieres salir de cañas y tapas por Madrid, o quizá remojar las tapitas con un buen vino.

¿Se te está haciendo la boca agua…? ¡Pues no esperemos más!

Los 5 mejores bares de tapas de Madrid centro

Si te dispones finalmente a amenizar tu itinerario con una ruta de tapas por Madrid, nuestra propuesta con los mejores bares de tapas de Madrid es la siguiente. ¡Toma nota!

#1. Bodega de La Ardosa

En el número 13 de la Calle Colón puedes hacer tu primera parada. Se trata de una bodega del siglo XIX que es, hoy por hoy, una de las tabernas más emblemáticas de la ciudad. Como bar de vinos apenas tiene rival, gracias a sus estupendos caldos.

Para acceder a su estupenda bodega, tendrás que pasar, curiosamente, por debajo de la barra, algo que añade un toque único a esta pintoresca taberna de vinos y tapas.

Puedes probar sus deliciosos vermús, o gozar de sus pinchos de tortilla, sus croquetas y otras tapas de lo más variadas.

#2. La Castela

Te lo creas o no, en este bar podrías disfrutar de alguna de sus delicias culinarias sentado en el mismo lugar en el que un día estuvo disfrutando de sus tapas la mismísima Michelle Obama con sus hijas, o el actor de cine de aventuras por excelencia, Harrison Ford. Y estos son solo algunos de los más sonados nombres de celebridades que han pasado por La Castela. Aquí la cocina hay que probarla.

Con espejos y mármoles propios de la decoración tradicional de taberna típicamente madrileña, la Castela conserva una atmósfera clásica que combina con los tiempos modernos.

Vermú de grifo, milhojas de ventresca, garbanzos salteados con langostinos, o la especialidad de la casa, el rabo de toro, son algunas de las delicias de la gastronomía típica madrileña que puedes disfrutar en este mítico bar de tapas en el número 22 de la calle Doctor Castelo . Bon appétit!

#3. La Catapa

Se trata de uno de los locales más visitados por los madrileños que salen de bares de tapas por Madrid centro. Se ubica en el número 14 de la Calle Menorca, local donde antes estaba Laredo, otra mítica taberna que se trasladó a la misma calle que la Castela (Doctor Castelo).Un barrio castizo de Madrid.

Deliciosas tapas de habitas con chopitos, gamba roja, callos con patatas y morros, mollejas con boletus y foie… ¡y mucho más!

#4. Taberna Tempranillo

Su nombre, tomado de una de las variedades vinícolas más importantes de nuestra geografía, hace honor a esta taberna-bodega, en la que podrás disfrutar de una interesante variedad de denominaciones de origen, y que lógicamente está especializada en caldos de uva tempranillo.

Su amplia variedad de tapas y platillos ofrecen, junto con los vinos, una experiencia gastronómica solvente y completa para los visitantes.

#5. Txapela

Nos desplazamos hasta el número 64 de la Gran Vía, uno una de las calles más bonitas de Madrid para gozar un bar de tapas que mezcla lo mejor de la gastronomía tradicional vasca con creaciones propias que logran el equilibrio entre lo clásico y lo moderno.Aquí, comer es un auténtico placer.

Solo un consejo: evita ir en las horas punta, porque se pone hasta los topes. ¡Por algo será!